Cuando en la época en la que nuestros mayores aun no
rozaban la niñez, conocieron un plato bastante rico y nutritivo para aquellos
años en los que el hambre era el autentico protagonista en sus casas.
Con lo poco que tenían en casa se las ingeniaban para
hacer cualquier plato que les calentara el estomago y pudieran dormir a gusto.
Solo les bastaba un poco de leche y harina; lo demás ya se las ingeniaría para
conseguirlo.
Mi abuela siempre lo cocinaba en casa y nos encantaba; y
desde que supe hacerla por mi cuenta, no había oportunidad que no aprovechara
para hacer tan deliciosa crema. Eso si, es deliciosa pero no es recomendable
tomarla tras otra comida; empacha bastante.
Necesitaremos los siguientes ingredientes:
1L Leche Pan duro Cáscara de limón Canela en rama
375g Harina 200g
Azúcar Matalauvas Aceite de
girasol
Para empezar, en un poco de aceite freiremos unas 4 cáscaras de un limón de tamaño medio y unos 20 trozos de pan duro –cortado anteriormente a dados-. Reservamos en un plato y mientras
pondremos a hervir la leche con varias ramas de canela y los 200 gramos de azúcar.
En el mismo aceite añadiremos la harina y la moveremos
hasta obtener una pasta llamada roux. Adicionaremos la leche hervida –pasada antes por un
colador para retirar impurezas y las ramas de canela- y no dejaremos de mover
hasta que se forme una mezcla homogénea. Esperar a que hierva sin parar de
mover y añadir en pan tostado una vez hervida la masa. Mezclar.
Para terminar, colocaremos en un plato el resultado
obtenido y espolvorearemos (opcional) canela en polvo por encima -sin pasarse ya que es bastante afrodisíaca ;)-
Que disfruten y Bon appetit!
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