Aquí va otro plato de legumbres, fuera del típico plato de potajes, que da un toque divertido y sabroso a la cocina.
Los niños, como ya comenté en otra receta, suelen ser bastante reacios a la hora de comer legumbres o verduras. Y esta forma, podemos decir, que es agradable para que niños puedan comer sin necesidad de comerse la comida sin ganas.
Los ingredientes para esta receta son los siguientes:
400g de garbanzos 1 cebolla laurel vino tinto sal
8 chistorras pimentón 2 dientes de ajo cayena aceite
Dejaremos los garbanzos en víspera la noche antes de su elaboración. Una vez pasado el tiempo estimado, lo pondremos a cocer con una hoja de laurel, sal y dos ajos.
Aparte, cortaremos la cebolla en brunoise -dados pequeños- y las chistorras en 3 trozos. En una cacerola, colocamos la cebolla para que se rehogue en aceite. Posteriormente, una vez dorada, añadiremos las chistorras, movemos y regamos con un chorreón de vino tinto.
Una vez cocidos los garbanzos, los incorporamos a la cebolla y rehogamos. También le añadimos un poco del agua con los ajos y el laurel. Rehogamos y le adicionamos el pimentón y las semillas de cayena. Dejamos que todo se termine a fuego lento.
Y así quedaría el resultado.
Que aproveche y paséis un buen domingo ;)
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