Ayer haciendo limpieza de despensa, me encontré con unos bizcochitos de chocolate que andaban escondidos tras las infusiones. No hacía mucho tiempo que los tenía, pero pensaba que podía hacer con ellos, y se me ocurrió una idea que salva de todo: un pudin o budín (pudding in english).
Es una receta de recursos -como se suele decir en cocina- como las croquetas, por ejemplo. Antiguamente, para no desaprovechar los restos de pan duro, se añadían a la masa de leche y huevos; y así, surgió este plato. En los países anglosajones, sobretodo en Reino Unido y EE.UU, se estila mucho esta receta.
Aparte de la tradicional, hay un sinfín de recetas similares, como son los casos de: spotted dick (pudín con pasas y grosellas), plum duff (enrollado de ciruelas) y syllabub (plato medieval preparado a base de crema, vino blanco y zumo de limón)
Bueno, dejando la cháchara, empezamos:
Ingredientes:
1/2 L de leche
4 huevos
100g de azúcar
200g de bizcochos o pan
Esencia de vainilla o azahar
Para el caramelo:
50g de azúcar
unas gotitas de agua
Elaboración:
En un bol, dejamos la leche con los bizcochos para que se ablanden. Después añadimos los huevos, el azúcar y la esencia. Batimos todo hasta que se obtenga una masa homogénea.
Hay gente que al pudin le dejan los trozos de bizcochos enteros, pero en mi caso, prefiero batirlo todo para que quede más repartido el sabor.
Después haremos el caramelo y lo añadiremos al molde. Cuando se haya secado el caramelo, añadimos la mezcla anterior y lo ponemos al baño maría en el horno -tapado con papel de aluminio- a 180º durante unos 40 minutos.Dejaremos enfriar hasta el día siguiente. Y ya estará listo para comer.
Espero que os haya gustado y. . . a disfrutar del miércoles!
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