Calçots a la brasa con salsa romesco. Foto escogida de la plataforma pintirest |
Bueno, como ya se sabe, vivo en Cataluña y aquí es tradicional, por esta época, comer uno de los alimentos insignias de la zona: los calçots.
Para los que no tenéis mucha idea del tema, se trata de una variedad de cebolla que se prepara al fuego de leña cuando los tallos son jóvenes y después se sirve liado en papel de periódico sobre una teja. Se acompañan de una salsa elaborada sobretodo con tomates, pimientos choriceros, pan, almendras y aceite. Todo eso da lugar a las famosas calçotades que, como he dicho antes, se celebran por estas fechas en toda Cataluña.
Por lo visto, este plato, fue descubierto por un tal Benaiges, vecino de Valls que por equivocación -o eso dicen- se les pasó algunos brotes de cebolla en el fuego, y al probar el corazón de esas cebollas, nació la idea de cocinarlos así. Y desde entonces, se convirtió en forma tradicional de cocinarlas, y las calçotades empezaron a poner de moda por toda la comarca y poco a poco por toda la región.
Las calçotades se suelen acompañar con carnes, que se harán en las brasas donde antes se habían hecho los calçots. Esta carne ya serán desde butifarras, carne de cerdo o de cordero.
Una vez hechos, se les saca el corazón de la cebolla, se mojan en la salsa de romesco y estará listo para comerlos. Una delicia como pocas que nos da la cocina catalana y son perfectas para estas fechas. Que aprovechéis y a disfrutar de las calçotades.
Las típicas calçotades |
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