Hacia tanto
que no escribía. . . que me parece que hace dos años. ¡Ah, espera! ¡si han sido
más de dos años! Muy fuerte lo mío. . . Me parece increíble que haya
pasado tanto del blog de esta manera. ¡Es imperdonable! Así que ahora me
flagearé por ello. . . bueno, pensándolo mejor, creo que solo me castigaré
mirando a la pared. flagelarme creo que es demasiado-RISAH-
En esta
etapa de vida en la que quiero cambiar muchas cosas y retomar muchas otras, me
gustaría volver a retomar el blog con más ánimo y responsabilidad que nunca.
Tengo pensadas taaaantas cosas para el blog que no tendría una lista demasiado
larga para ello. Poco a poco iré metiendo novedades para que se haga más ameno
todo.
Me gustaría
empezar de nuevo con alguna receta de esas tan buenas que hacía-y hago- peeero
por el momento me atreveré con una crítica, que me apetece poner a parir algún
sitio :P. Pero antes que nada, como novedad, decir que vivo en otro lugar.
Si...¡Me he mudado! Así que ahora os escribo desde aquí:
Una
vez pisé un bar en Sùria (aquí, donde vivo) bastante bueno a lo que
calidad-precio se refiere. He de ser sincero y decir que el sitio dejaba mucho
de que desear, para que engañarnos. Desde el decorado hasta el personal que
trabaja, o incluso el trabajo en sí. Me dio la impresión que se trataba de una
familia que había empezado hacia muy poco ese nuevo proyecto y claro, se les
veía algo inexpertos en la materia.
Aunque, a
pesar de todo, he de reconocer que algo bueno que tenían: unos
precios bastante razonables y una calidad en los platos bastante
llamativa a simple vista y en el sabor.
Aquí quiero
hacer un paréntesis y hablar de mis pensamientos: "veces se queda uno
sorprendido de la brutalidad policial que se cometen en los precios de muchas
tapas o platos que se sirven en los pueblos. Tienen el problema de compararse
con restaurantes de 3 tenedores (sin excedernos a 5) y colocan sus precios a
números desorbitados, ya sea en la comida como en la bebida.
- Y
así, señor agente, no se puede ir tranquilo a comer- comentó el señor algo
ofuscado.
Bromas
aparte; en cambio, en el bar-restaurante "El Campet" saben
razonar y encuadran todo con la cordura deseada en este tipo de
establecimientos. Y salen ganando, porque gracias a eso y esos riquísimos
bocatas XXL y sus platos combinados contundentes, consiguen que la gente, que
no se atreve a entrar o entran con la preocupación de encontrarse de cara con
lo cochambroso y caro, cambien de opinión y vuelvan a ir una y otra vez.
Claro mi
ejemplo: entré y no me gustó para nada el servicio y la decoración (como ya
aclaraba al principio). Todo nefasto y claro ejemplo de poca capacidad. Pero mi
tostada de escalibada con anchoas y los platos de mis acompañantes, además de
la cuenta final, hicieron que volviésemos de nuevo y pudiésemos degustar sus
demás platos.
Eso sí, he
de decir una cosa: la escalibada no es solo un triste pimiento morrón- Estas
cosas son las que después me dan dolor de cabeza- Bueno, que paséis un
maravilloso día y. . .¡Hasta pronto! See you soon! Fins aviat!
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